1 Corintios 13: 5 "El amor no mantiene una lista de las ofensas que otros cometen”.
REFLEXIONEMOS: Hace algunos años un hombre de la iglesia me dijo algo curioso y cómico, él había tenido un problema comercial con un vecino suyo quien ahora se acababa de convertir al Evangelio, y me decía muy molesto: “Si ese hombre se va al cielo, yo me regreso”.
Me parecía una exageración divertida, pero es que hay algo muy interesante y muy extraño… la iglesia, que está formada por gente perdonada, es el lugar donde se reúnen los que más batallan por perdonar, en otras palabras los mas rencorosos, están sentados domingo a domingo en la iglesia.
También eso tiene que ver con el hecho de mostrar el perdón a aquellos que en la iglesia le fallan a Dios.
¿Ya ha pecado alguna vez y su congregación lo supo? ¿Sintió el perdón de Dios? Y ¿El de la congregación?
Le aseguro que no percibió el perdón de la iglesia en la misma intensidad que el de Dios.
¿Sabe que es lo más duro de esto? Que si no perdonamos, tampoco Dios nos perdonará a nosotros.
HAGAMOSLO PRÁCTICO: Haga una lista mental de las personas que Ud. sepa que se han apartado del Señor o de la iglesia y llámeles, visíteles, o envíeles una correo electrónico o un mensaje de texto haciéndoles saber cuán importante son, y que Ud. Esta orando por ellos. Por favor no mencione lo malo que hayan hecho.
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