Reflexion: Vision del Amor de Dios
Christmas Evans nos dice en su diario que un domingo por la tarde mientras iba
viajando por un camino muy solitario para asistir a una cita se convenció de que
su corazón era muy indiferente. Dice: “Amarré mi caballo y me fui a un lugar
muy apartado en donde anduve sin rumbo fijo, en agonía, repasando mi vida.
Esperé tres horas ante Dios, quebrantado por la tristeza, hasta que percibí la
magnanimidad de su amor para perdonar, y recibí de Dios un nuevo bautismo
del Espíritu Santo. Cuando el sol se estaba ocultando, volví al camino, encontré
mi caballo, monté en él y me fui a la cita. Al siguiente día predique con un poder
tan nuevo a un vasto concurso de personas reunidas a un lado de una colina,
que se inició un avivamiento que se extendió por todo Gales.” Hastings.
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